Tarde inesperada Vol. 2

El jueves de la semana pasada, me tocó otro de esos días inesperados.

Después de salir corriendo de la oficina, llegué a la casa a recoger a McQueen para llevarlo por primera vez a Calzada. Había quedado con una amiga para llevarlo a pasear. Mientras yo corría, ella iba a entretenerlo.

Él iba en el asiento de copiloto, muy contento mientras yo manejaba. Llegamos a Calzada como siempre, me estacioné y caminamos hacia una banquita para poder estirar en lo que esperabamos. McQueen feliz. Parecía que entendía el concepto de caminata social. A todos se les acercaba y no faltaba el "awwww está hermoso!". En eso, me marca mi amiga y me dice... regresa a tu carro que te están multando. Para mi sorpresa, el lugar donde siempre me estaciono es línea amarilla. O sea prohibida. El tránsito amablemente me explicó que la dueña de la casa, se estaba quejando de mi troca en su banqueta. Nuestra conversación fue algo así:

-"Señorita, usted debe de saber de acuerdo al reglamento de tránsito de San Pedro que... aaaaay que bonito perrito! Es de usté?"
(McQueen enredandose en las piernas del policía)
-Sí, es mío, pero a ver dígame de cuánto es la multa oficial
- No, eso no le puedo informar yo. Oiga y qué raza es? Está bien chiquito verdá
-Eeemm sí...

En conclusión mi perro no sirvió para que me salvara de la multa. Regresamos a la pista resignadas y yo me lancé a correr mis 7km que me tocaban. Apenas empiezo, un señor se puede decir medio viejito, me preguntó si todo estaba bien con el tránsito. Casualmente él iba pasando cuando estaba en medio de la discusión. Le di las gracias y le dije que estaba bien. Me pregunta cuánto iba a correr y me responde, que él iba por 12. Como íbamos casi al mismo ritmo me dice, nos vamos juntos? De acuerdo. Yo pensé... nos vemos al tiro no?

Error. Los primeros 5km los corrimos muy en forma. Platicábamos y corrimos en 28 minutos. A partir de ahí mi nivel empieza a decaer, pero el suyo no. No me podía quedar atrás!! Así que terminé mis últimos 2 km con mi compañero muy a duras penas.

Ya de regreso con McQueen, estaba un poco decaída. Cansada, multada y lo que quería era regresar a casa. Lo senté en el asiento de co-piloto, lo amarré a su correa y nos fuimos. Pero esto no termina aquí...

En eso volteo a ver a mi cachorro que me mira con una sonrisa muy tierna. Y de la nada.. un momento, dime que no te estás... NOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO

Se hizo pipí.

Cuando pasan cosas como ésta, no hay nada que hacer. Aguante mis ganas de gritarle y simplemente manejé. Y así con el resto del día. Y el resto de la semana.


Felices e inesperados trotes :)

En mi ipod: Good Life - One Republic
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