Las subidas y la inclinación son el amor y el odio de muchas personas. Algunos les gustan porque sirven para hacer fuerza y al adaptarse el cuerpo al nivel de esfuerzo, mejoran la velocidad en plano. Si bien es cierto que el cuerpo requiere de más energía para subir en contra de la gravedad, por otro lado la distancia del pie al suelo es menor que al correr en plano.
Sin embargo, debo confesar que para mí lo más difícil de ir cuesta arriba, no es el esfuerzo extra que hay que dar. Lo más difícil, sobre todo en terreno desconocido es no saber hasta cuando se acaba la subida y cuando empieza el descenso. No se puede ver del otro lado.
Al igual que las subidas en la pista, los obstáculos en la vida suelen ser parecidos. Algunos los ven como retos, algunos los ven como dificultad. No son forzosos, solo los suben los que quieren. Otros les sacan la vuelta. Pero quienes no suben, se pierden de la vista.
Aquí van algunas recomendaciones de Runner's para subir cuesta arriba.
1. Impúlsate con los brazos. Imagina que estás tirando de una cuerda en cada brazada.
2. Empuja tu cadera al frente. Evita encorvarte.
3. Sube las rodillas. Esto mejorará tu postura y tu zancada.
4. Empujate con los dedos de tus pies. Impúlsate hacia adelante.
Felices trotes :)
Escuchando: Pumped up kicks - Foster the People
Tweet
No comments:
Post a Comment