4/8/11

Primer 10 del año

Si pudiera escoger cuál es la mejor parte de terminar un 10k, definitivamente escogería la siesta de 3hrs que me tomo al terminar la carrera. Pero antes de eso... hay una pequeña parte de mi día que me comienza con una chispa de felicidad. No se por qué, aunque no me gusta levantarme temprano y mucho menos a correr, me emociona tanto una carrera. Preparo mis tennis, mis shorts y mi número desde el día anterior. Cuando estoy estirando y calentando me entra exceso de energías. En la línea de arranque me empiezo a desesperar por correr. Y así... hasta que acelera el trote. Poco a poco, con el cansancio, la sed, y el dolor va disminuyendo esa chispita. Y al cruzar la meta, no es tanto una chispa de felicidad, ya no es el entusiasmo de correr. Más bien es la llegada a la gloria. El orgullo de terminar.

¿Por qué los corredores nos volvemos adictos a las carreras? Es por esa chispa. Esa emoción, esas endorfinas que nos cautivan.

El Domingo pasado corrí el 10k de Impuls. Y debo admitir que la pista fue larga y pesada. El terreno y las subidas y bajadas afectaron en gran medida mi desempeño. Al kilómetro 5 ya estaba un poco enojada con mis rodillas y tobillos. Finalmente terminé con un tiempo de 1:05. No creo que haya sido mi mejor carrera, ni tampoco era el mejor patrocinador ni la mejor ruta. Pero el objetivo se cumplió...

Es la chispa!

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